EUROPA
PRESS
3 diciembre
2018
¿Será
posible algún día sanar las heridas sin dejar cicatrices?
El proyecto 'ScarLessWorld',
encabezado por el doctor Yuval Rinkevich,
líder del grupo de investigación en Helmholtz Zentrum
München (Alemania), ha recibido una beca Consolidator Grant del Consejo Europeo de Investigación
para estudiar formas de sanar las heridas de la piel sin dejar cicatrices.
Con 2 millones de euros de fondos para investigación en los
próximos cinco años, el proyecto abordará la regeneración de tejidos y órganos.
Yuval Rinkevich y su equipo
han realizado recientemente una importante contribución en este campo.
"Pudimos demostrar que los fibroblastos, las células del tejido conectivo
de la piel responsables de la curación de heridas, no son una población
uniforme. Nuestros hallazgos muestran que hay cuatro tipos diferentes y que es
la composición de estos cuatro tipos lo que determina la cantidad de cicatrices
que se producen", detalla el investigador.
Rinkevich apunta que si la piel de un
embrión en desarrollo se lesiona, simplemente se regenera. Sin embargo, en
etapas posteriores de la vida, la herida cicatriza. Recientemente, los
investigadores lograron demostrar que este fenómeno se debe a las diferencias
en la población de fibroblastos en la piel.
La proporción de células regenerativas disminuye a medida
que el desarrollo progresa, mientras que aumenta el número de células
formadoras de cicatrices. Cuando los investigadores trasplantaron fibroblastos
de embriones de ratón a heridas en animales adultos, la cicatrización se redujo
significativamente.
Sobre la base de estos resultados, Yuval
Rinkevich sabe lo que quiere lograr a continuación.
"Queremos utilizar nuevos enfoques experimentales para comprender cómo
funciona esta 'cicatrización sin cicatrices' y, a largo plazo, reproducirla
clínicamente", relata.
Como parte de su proyecto 'ScarLessWorld',
está planeando para catalogar completamente los repertorios de linajes de
fibroblastos dérmicos, utilizar técnicas de imagen para determinar la dinámica
de los fibroblastos durante la cicatrización de heridas, identificar los genes
responsables de la regeneración frente a la cicatrización y, finalmente,
traducir estos hallazgos a la piel humana.
"Usando las tecnologías que hemos desarrollado, podemos
lograr este gran avance. Eso sería un gran salto hacia adelante para la
medicina regenerativa", asegura Rinkevich. Las
opciones para prevenir la formación de cicatrices en heridas grandes,
quemaduras y lesiones similares son actualmente extremadamente limitadas. Si el
enfoque resulta ser exitoso, también podría adaptarse a otras afecciones, como
la fibrosis pulmonar, en la que el tejido pulmonar está cicatrizado.